Despidos en Zanella
En la delegación Caseros del ministerio de Trabajo bonaerense, Soledad Fraire, gerenta de Recursos Humanos de
Zanella, comunicó ayer la intención de la líder en motos de despedir a 40 trabajadores . Los funcionarios le pidieron que recapacite una semana más y la citaron para el próximo martes. Pero lo tristemente cierto es que la decisión de la empresa ya está tomada.
Y lo que ocurre con
Zanella es la punta del iceberg de un sector que fue vedette de la recuperación de la economía.
La potencia del mercado de motos obedeció a una financiación de hasta 50 cuotas sin interés que las pusieron al alcance de bolsillos flacos y permitieron motorizarse a miles de trabajadores y personas humildes. Ultimamente, una trama que mezcló el fin de los préstamos con las trabas al ingreso de los componentes importados, en un segmento que se dedica a ensamblar piezas que llegan desde China; provocó el desmoronamiento del negocio : cayó 30%.
Zanella, que concentra el 20% de ese mercado, se convirtió así en el ejemplo nítido de lo que está ocurriendo. Hace dos meses la firma suspendió al personal y lo que antes eran medidas temporales ahora se transforman en despidos permanentes.
De profesión abogada y partida de nacimiento en Córdoba, Freire señaló a Clarín que fueron al ministerio de Trabajo por un exceso de legalidad, “ya que no recibimos ningún tipo de subsidio y si se paga la indemnización correspondiente se puede prescindir de la gente”.
Consultados por este diario, parte del personal de
Zanella cree, sin embargo, que la intención es otra y que recurren al ministerio de Trabajo para alegar algún procedimiento de crisis y echarlos con la mitad de la indemnización .
En
Zanella atribuyen el sofocón actual a lo que llaman “trastornos” en la producción, el eufemismo elegido para referirse a las medidas de Guillermo Moreno que impidieron el ingreso de las partes y piezas que ensamblan en sus talleres. En la firma, con cuatro plantas ( dos en la provincia de Buenos Aires, una más en San Luis y la otra en Cruz del Eje, Córdoba) admitieron que las cosas no se solucionaron y que durante el último verano, cuando la demanda aún estaba sostenida, tuvieron dos meses la mercadería retenida en la Aduana.
La empresa posee un plantel de 400 personas y remató parte de su maquinaria hace un año para acomodarse a un sistema industrial que arma las motos con un 50% de partes nacionales en promedio.
En sus talleres se producen chasis, hay divisiones de soldadores y varios departamentos de pintura.
Los problemas arrancaron con el año cuando las ventas de motos comenzaron a derrapar. El último febrero cayeron casi 22% en comparación con enero.
Y desde entonces nunca se recuperaron. Entre las firmas que sufrieron, además de
Zanella, se destaca Guerrero con una baja de 23% y Gilera, que se derrumbó 40%.
Un dato llamativo es que mientras anunciaban los recortes de personal, Walter Steiner, un ingeniero de nacionalidad suiza y desde 1999 presidente y dueño de
Zanella, inauguraba por la tarde cuatro nuevos puntos de venta, en un intento de no seguir perdiendo posiciones.
Zanella opera en el país desde 1948. Sus modelos de mayor salida valen entre $6.000 y $ 8.000.